SCHOTT solutions n° 1/2016 > Vidrio biocompatible

Si quiere viajar con un animal doméstico dentro de la EU, desde 2012 es obligatorio que lleve un microchip. En la mayoría de los casos, el transponder (parte superior dcha.) es inyectado en el lado izquierdo del cuello del animal. Foto: SCHOTT/A. Sell
Identificación con Microchip
El proceso de identificación inconfundible de animales es un avance bienvenido tanto por los granjeros como por los propietarios de animales domésticos. Los transponders inyectados hechos de vidrio biocompatible de SCHOTT son especialmente tolerables y fiables.
Dr. Haike Frank
Cualquiera que haya vivido la experiencia de habérsele escapado su querido animal, para luego recuperarlo después de una angustiosa búsqueda y espera, está feliz de que el sistema de identificación del animal haya funcionado con fiabilidad. Muchos de los aprox. 250 millones de animales domésticos que viven en Europa están provistos de un número de identificación, ya sea tatuado o en forma de microchip, y la información de sus propietarios está registrada en una base de datos central de animales. Tasso e. V., la organización de registro de animales domésticos más grande de Europa, tiene listados más de 7,7 millones de ellos y publica que ha ayudado a recuperar aprox. 60.000 en 2014. La práctica antiguamente común de tatuar una combinación de letras y números en la oreja del animal está siendo reemplazada progresivamente por un chip RFID (abreviatura inglesa de ‘Identificación por radiofrecuencia’). Un transponder no más grande que un grano de arroz es inyectado en el tejido del animal. El lado izquierdo del cuello se ha convertido en la ubicación estándar internacional para colocar el chip.

Foto: SCHOTT/A. Sell

Un lector sostenido a aprox. 5 cm por encima del cuello del animal lee el número de 15 dígitos. Este número se puede utilizar a continuación para asignar el animal a su usuario registrado. Foto: SCHOTT/A. Sell
El vidrio biocompatible protege el circuito electrónico
SCHOTT ha desarrollado para el microchip un vidrio especial biocompatible, que se fabrica en su planta de Landshut, Alemania. Con la denominación ”8625”, este vidrio biocompatible lleva siendo aplicado con éxito a animales domésticos y de granja desde hace más de 20 años. ”Nadie más en el mercado excepto SCHOTT suministra y fabrica encapsulados para transponders hechos de vidrio tolerado por los tejidos”, comenta Cornelia Rusche, Directora de Ventas para tubos de vidrio para transponders en SCHOTT.

El microchip RFID está protegido con un tubo de vidrio biocompatible. Los transponders más pequeños tienen aproximadamente el tamaño de un grano de arroz. Foto: Thinkstock
Los desarrolladores de productos de SCHOTT ya están pensando en nuevas aplicaciones para esta tecnología. Una idea que se está estudiando incluye la medición de determinados valores de salud con un chip implantado. “SCHOTT ofrece para estas aplicaciones sus tubos de vidrio miniaturizados, hechos de vidrio biocompatible ’8625’, en los que se pueden integrar sensores mediante un pasante hecho de metal o con una interfaz óptica”, explica Rusche. <
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claire.buckwar@schott.com
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